Entradas

Mostrando entradas de marzo 25, 2011

Siempre hay una razón para vivir

Imagen

Perú: día del niño por nacer

Por iniciativa de la Santa Sede varios Estados han elegido el 25 de marzo, fecha en que la Iglesia celebra la Solemnidad de la Anunciación-Encarnación del Señor Jesús, como el Día del Niño por Nacer. Gracias a Dios, nuestro país ha acogido esta iniciativa (Ley 27654). Esta celebración, como hemos visto en recientes días, no basta para defender la vida inocente, pero puede ser una valiosa oportunidad para concienciar a la población peruana sobre la dignidad y sacralidad de la vida concebida. El establecimiento de este día es ocasión propicia para anunciar el Evangelio de la Vida y denunciar las maniobras por difundir leyes a favor del aborto y de medios químicos para suprimir la vida bajo el nombre de “anticonceptivos”. No se puede dejar de mencionar que, debido a que muchos medios de comunicación masiva, han tomado lamentablemente una opción de relativismo moral, y en el peor de los casos, de encubrimiento frente a los riesgos abortivos de la anticoncepción oral de emergencia

“Niño por Nacer: tan humano como uno ya nacido”

La celebración del “Día del Niño por Nacer” nos invita a contemplar el periodo de tiempo que todo hombre y mujer ha vivido hasta antes de abrir sus ojos al mundo creado. El progreso de la tecnología va haciéndonos más familiar y cercana aquella criatura que está en espera de nacer, descubriéndonos más rasgos de su rostro humano. El hombre, buscador de la verdad, investiga los primeros instantes de la existencia del ser humano, cuando éste apenas es una célula; y así hoy sabemos que existe un fino diálogo de moléculas bioquímicas entre el cuerpo de la mujer madre y su minúsculo hijo, una realidad que la ciencia contempla maravillada. Por otra parte, se ha logrado que bebes nacidos muy prematuramente —que antes teníamos que conformarnos con ver agonizar— puedan ahora vivir; que enfermedades congénitas —que antes inevitablemente se agravarían a falta de una cura temprana— sean ahora vencidas por intervenciones médico-quirúrgicas dentro del seno materno. La ciencia se abre así a la verda