“¿Quieres de verdad ser santo?”
¿Quieres de verdad ser santo? -Cumple el pequeño deber de
cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces. (Camino, 815)
Tienes obligación de santificarte. -Tú también. -¿Quién piensa
que ésta es labor exclusiva de sacerdotes y religiosos? A todos, sin
excepción, dijo el Señor: "Sed perfectos, como mi Padre Celestial es
perfecto". (Camino, 291)
Rectificar. -Cada día un poco. -Esta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo. (Camino, 290)
Ser fiel a Dios exige lucha. Y lucha cuerpo a cuerpo, hombre a hombre –hombre viejo y hombre de Dios–, detalle a detalle, sin claudicar. (Surco, 126)
Hoy no bastan mujeres u hombres buenos. –Además, no es suficientemente bueno el que sólo se contenta con ser casi... bueno: es preciso ser "revolucionario". Ante el hedonismo, ante la carga pagana y materialista que nos ofrecen, Cristo quiere ¡anticonformistas!, ¡rebeldes de Amor! (Surco, 128)
Si no es para construir una obra muy grande, muy de Dios –la santidad–, no vale la pena entregarse.
Por eso, la Iglesia –al canonizar a los santos– proclama la heroicidad de su vida. (Surco, 611)
Rectificar. -Cada día un poco. -Esta es tu labor constante si de veras quieres hacerte santo. (Camino, 290)
Ser fiel a Dios exige lucha. Y lucha cuerpo a cuerpo, hombre a hombre –hombre viejo y hombre de Dios–, detalle a detalle, sin claudicar. (Surco, 126)
Hoy no bastan mujeres u hombres buenos. –Además, no es suficientemente bueno el que sólo se contenta con ser casi... bueno: es preciso ser "revolucionario". Ante el hedonismo, ante la carga pagana y materialista que nos ofrecen, Cristo quiere ¡anticonformistas!, ¡rebeldes de Amor! (Surco, 128)
Si no es para construir una obra muy grande, muy de Dios –la santidad–, no vale la pena entregarse.
Por eso, la Iglesia –al canonizar a los santos– proclama la heroicidad de su vida. (Surco, 611)